Además, ha trascendido que el estadounidense pagó una gran suma de dinero al gobierno de Pakistán para filmar la cacería en una expedición turística a la región del Himalaya del norte pakistaní. Una matanza que ha provocado reacciones de enfado e indignación en las redes sociales, donde algunos usuarios se preguntan por qué no existe una prohibición para cazar a este tipo de cabra.
El Ejecutivo del país se ha defendido alegando que el programa de permisos de caza en realidad ayuda a salvar a las especies de la extinción al disuadir a los cazadores furtivos que actúan sin ningún tipo de licencia. Una explicación que contrasta con la situación en la que se encuentra esta especie en peligro de extinción.
Una docena de cabras sacrificadas cada temporada legalmente
En informes de 2011 se afirmaba que sólo quedaban 2.500 ejemplares de cabra Astor Markhor, amenazada por la caza ilegal, la acción militar y la progresiva deforestación. En 2015 la población de esta especie se había recuperado, por lo que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza rebajó la amenaza que existía para la especie a “casi amenazada”.
El Gobierno paquistaní permite que 12 cabras de esta especie sean sacrificadas, previo permiso administrativo, cada temporada. El dinero que los cazadores deben pagar para dar muerte a un ejemplar va destinado en un 80% a las comunidades locales donde viven los marcos y el 20% restante a agencias de vida silvestre del país.
“Esta es la tercera vez que estoy en Pakistán. He cazado casi todos los animales aquí. He guardado los marcos para lo último”, comentó Bryan Kinsel Harlan tras la polémica cacería. Unas palabras que aún sublevaron más los ánimos de los detractores de este tipo de actividad.
Fonte: https://www.lavanguardia.com/natural/20190215/46479932267/cazador-paga-matar-animal-nacional-pakistan.html
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