O QUE SE VÊ DA NOTÍCIA ABAIXO É QUE A ESPANHA, ASSIM COMO O BRASIL E TANTOS OUTROS, NÃO PASSAM DE COLÔNIAS SUBSERVIENTES AO VATICANO.
QUE ASCO SINTO DESSES POLÍTICOS INTERESSEIROS (TEMEM CONTRARIAR O VATICANO E PERDER OS VOTOS CATÓLICOS) E COVARDES, QUE PATROLAM OS REGIMES REPUBLICANOS, MANOBRANDO SEUS PAÍSES COMO AUTÊNTICA PARTE DO IMPÉRIO DA ICAR.
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EDITORIAL
Resignación laica
Zapatero renuncia a la reforma de la ley de libertad religiosa en nombre del consenso
En España no se hacen las leyes que quiere el Papa, sino las
que decide el Parlamento y la ciudadanía, dijo ayer el presidente
Zapatero en respuesta a las críticas del PP en relación con su escasa
presencia en los actos de la visita del Benedicto XVI.
Pero tres días
después de que el Pontífice abandonara suelo español, el propio
presidente había dado carpetazo a su promesa de avanzar en la laicidad
del Estado con una nueva ley de libertad religiosa que la jerarquía
eclesiástica rechaza.
El compromiso de reformar la ley fue retirado a última hora del
programa electoral socialista de 2008, pero recuperado meses después. Al
mismo tiempo, el Gobierno revisaba al alza los acuerdos económicos con
la Iglesia, a la que subvenciona con 6.000 millones anuales, olvidando
el principio de avanzar hacia la autofinanciación asumido en los
acuerdos de 1979.
El proyecto de reforma, lejos de profundizar en
la laicidad, tendía hacia el Estado multiconfesional. Por ello, no les
falta razón a quienes han dicho que mejor no tocar la ley que hacer una
reforma que se quede corta. Pero al retirar el proyecto se cercena
también cualquier posibilidad de debatirlo y modificarlo. Los argumentos
del Gobierno para hacerlo son la falta de consenso que suscita, un
principio general aconsejable en relación con normas que afectan de
manera especial a la ética y la sensibilidad ciudadana; y que, en plena
crisis económica, no es momento de abrir nuevos frentes sociales.
Son
razones de peso, siempre que no se conviertan en coartada para otorgar
derecho de veto a los partidos que defienden expresamente el
mantenimiento de los privilegios de que disfruta la Iglesia. Pero esos
privilegios no dependen tanto de la actual ley de libertad religiosa,
escueta pero razonable, como de los acuerdos con la Santa Sede; es decir
con un Estado cuyo jefe, Benedicto XVI, acaba de ofender gravemente a
la sociedad española con sus declaraciones sobre la existencia actual de
un supuesto laicismo "agresivo" como el que en los años treinta del
siglo pasado avivó las llamas de la Guerra Civil.
No se trata de
que no pueda haber acuerdos con el Vaticano, sino de que los negociados
en la Transición se adapten a los principios constitucionales. El lógico
respeto a una religión que es mayoritaria en la sociedad española no
justifica que los socialistas hayan mantenido y mejorado la situación de
privilegio de la Iglesia católica en un Estado no confesional.
Fonte: EL PAÍS (de España)
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