Un niño enfermo espera comida en Pakistán. / DAMIR SAGOLJ (REUTERS).
Las fotografías de niños del Tercer Mundo repletos de moscas suele ser un recurso fácil. Casi nunca se emplea en el Primero, donde también se pueden encontrar pobreza extrema y moscas. "Esta fotografía esta periodísticamente fuera de contexto", dice Marisa Flórez, editora gráfica del periódico en el que escribo. "En coberturas de sucesos que se prologan mucho tiempo el fotógrafo tiene problemas para encontrar cada día una visión nueva de lo que sucede".
En enero, tras el terremoto de Haití, un fotoperiodista israelí que trabaja en EEUU me confirmó que en las tragedias el fotógrafo se cansa rápido, deja de sorprenderse y se deprime. En estos casos es esencial un buen editor detrás que le sepa guiar, sugerir, aconsejar. La fotografía como los textos periodísticos suelen ser el trabajo de un equipo. Eso es la esencia de un periódico. En esta foto no solo me molestan las moscas, me inquieta el cuenco de comida tan perfectamente colocado en el centro de la imagen, dado el equilibro necesario.
Fonte: EL PAÍS (España)
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