04/04/11 - 17:33
Las protestas fueron en las cárceles de Chonchocoro, Oruro, Sucre y Trinidad. Más de 7 mil reclusos se castigaron para exigirle al Gobierno de Evo Morales que apruebe 1,4 dólares diarios por cabeza.
No es la primera vez que presos de distintas cárceles de Bolivia realizan motines en reclamo de alimentos. Esta vez, las medidas de fuerza que implementaron más de 7 mil reclusos de las prisiones de Chonchocoro, Oruro, Sucre y Trinidad fueron de autocastigo. Algunos se crucificaron atados a palos, otros se cocieron los labios o se enterraron hasta el cuello para que el gobierno de Evo Morales apruebe repartir 1,4 dólares diarios por cabeza para su alimentación, informaron dirigentes.
Las protestas más radicales se produjeron en la cárcel de Chonchocoro, en el altiplano de La Paz, donde 23 presidiarios se ataron a cruces, doce se cocieron los labios y diez se enterraron hasta el cuello, afirmaron los representantes de esos presos en declaraciones telefónicas a los medios.
Otros, protestaron con pancartas escritas con sangre que se habían extraído del cuerpo con jeringas en los techos de las instalaciones, mientras una columna de humo salía de uno de los patios de la prisión.
"Hemos tomado las instalaciones del comedor, de la capilla y de la carpintería porque el Gobierno no hace caso a nuestros pedidos", dijo a ese medio un dirigente de los reos no identificado, que amenazó con más protestas si se produce una intervención policial.
El Gobierno boliviano ofreció subir el presupuesto para tres comidas diarias en las cárceles de 70 a 95 centavos de dólar, pero los presos demandan un piso de 1,4 dólares.
Los reclamos también se produjeron en cárceles de Oruro, Sucre y Trinidad, mientras que en otros lugares comenzaron las negociaciones con las autoridades sobre el aumento del presupuesto.
El representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Dennis Racicot, criticó la desigualdad en el trato porque hay reos que compran celdas y pagan por servicios en algunos de los penales, mientras que la mayoría vive con limitaciones.
Pero además cuestionó que un 80 % de los cerca de 9.000 presos que hay en ese país no tenga sentencia en forma lo cual, sumado al hecho de que se les permite vivir con sus hijos, agrava el hacinamiento y la falta de alimentos en los recintos.
Una reforma de la legislación penal boliviana aprobada en 2010 permitió que el tiempo de la detención preventiva de los reclusos suba de 18 hasta 36 meses con el propósito de dar a los fiscales y a los jueces más tiempo para avanzar en los procesos.
Nenhum comentário:
Postar um comentário