Serios incidentes que causaron ocho heridos estallaron ayer en Génova y Nápoles tras anunciarse el cierre de dos astilleros y la reducción de las actividades de un tercero, que pertenecen a la compañía estatal Fincantieri. El gobierno anunció que había convocado a las partes para el 3 de junio, mientras que el sindicato metalmecánico denunció que 2.550 obreros y empleados de los astilleros navales del Estado se quedarán sin trabajo y otros tantos de empresas subsidiarias podrían también quedarse sin empleo. La rabia salió a la calle ante el anuncio de Fincantieri y grupos de obreros atacaron la prefectura de Génova y el municipio de Castellamare de Stabbia, en Nápoles, donde se encuentran los astilleros.
La compañía dijo que está abierta a negociaciones pero que las “dolorosas medidas” fueron adoptadas ante la crisis en la industria naval, sobre todo en el área de las grandes naves de crucero, una especialidad de los italianos. Las órdenes de construcción han caído en un año de seis a dos de estos “rascacielos del mar”. También en otros tipos de barcos.
Las malas noticias de la marca de la economía italiana fueron abundantes ayer. El Instituto Nacional de Estadísticas anunció que uno de cada cuatro italianos corre el grave riesgo de vivir en la pobreza , un porcentaje que es superior al del promedio europeo. El ministro de Economía, Giulio Tremonti, respondió en un encuentro ante el Tribunal de Cuentas negando el oscuro panorama que mostraron los datos oficiales. “Que levante la mano el que se considere pobre”, dijo Tremonti haciendo el gracioso ante los asombrados y bien pagados magistrados, funcionarios del Estado y empresarios que asistían a la ceremonia.
El ente de las estadísticas dio otros datos deprimentes. Señaló que Italia ha registrado la peor performance de crecimiento entre todos los países de la Unión Europea en la década 2001-2010. Mientras el promedio anual en la UE fue del 1,3% y del 1,1% en los 17 países de la Eurozona (los que aceptan el euro como moneda única), el crecimiento italiano se redujo al 0,2%. De hecho, como señalan muchos economistas hace tiempo, el país está estancado y tiene un nivel de ingresos similar al de finales de los años noventa.
El ministro de Economía recibió otra noticia-ladrillazo del propio Tribunal de Cuentas de la Nación, que le informó en la ceremonia de ayer que las tasas reducidas del crecimiento italiano obligarán a un plan de austeridad terrible en términos sociales . Para que el país pueda cumplir con los rígidos vínculos europeos será necesario un ajuste de las cuentas de unos 46 mil millones de euros anuales.
Italia registra el segundo record de deuda pública después de Grecia, con un 120% y una economía que decuplica la del país de Atenas. Este dato que hará imposible un crecimiento sostenido en los próximos años si se lleva a cabo, también “hará impracticable toda reducción de la presión fiscal”, opinó el Tribunal de Cuentas. Además, la crisis global causó pérdidas de riqueza por 140 mil millones de euros en 2010, que en dos años llegarán a 160 mil millones. Por ahora, es una incógnita saber cuánto afectarán las malas noticias económicas y sociales en la segunda vuelta de las elecciones municipales italianas, que tendrán lugar el domingo y lunes próximos.
Fonte: CLARIN (Argentina)
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