El Congreso promueve “juicio político” contra Lugo, que se niega a dimitir
La Cámara de Diputados de Paraguay inició un proceso constitucional de destitución contra el presidente
Francisco Peregil
Buenos Aires
21 JUN 2012 - 21:40 CET31
Fernando Lugo,
el primer político de izquierda que accedió a la presidencia de
Paraguay tras 61 años de gobierno del Partido Colorado, está al borde de
la destitución. Tras perder el apoyo de sus aliados político a causa de
la matanza
que terminó el pasado miércoles con la vida de siete policías y nueve
campesinos, La Cámara de Diputados aprobó ayer con solo un voto en
contra emprender un “juicio político”, contra Lugo. El juicio está
contemplado en la Constitución de Paraguay y permitiría en un plazo
máximo de tres días destituir al presidente de la nación. Lugo aclaró
que se iba a someter al juicio pero no pensaba dimitir.
Lugo se dirigió por televisión “al pueblo” para denunciar que se
estaba tratando por medios políticos de “robar la soberanía” que expresó el pueblo en 2008. Varias formaciones campesinas respondieron a su llamado trasladándose hacia Asunción para presionar al Senado, donde se celebrará mañana viernes el juicio.
El Senado se reunió ayer con carácter de urgencia para deliberar
sobre las bases del proceso. La Cámara alta tiene previsto emitir hoy su
dictamen sobre el desempeño de Lugo ante la crisis provocada por la
matanza, aunque dispone de un plazo legal de tres días para formularlo. Y
ese fallo, a buen seguro, será condenatorio. A Lugo solo le quedaría el
apoyo de unos seis senadores de izquierdas. Y los opositores al
presidente necesitan los votos de 30 de los 45 senadores para destituir a
Lugo. “Solo una rebelión masiva del pueblo podría evitar la marcha de
Lugo”, indicó desde Asunción el periodista de Abc Color Jorge Benítez.
La destitución fue propuesta el pasado miércoles por el opositor
Partido Colorado y apoyada por el Partido Liberal Radical Auténtico
(PLRA), aliado del Gobierno hasta ese momento. Finalmente, los diputados
se pronunciaron con 76 votos a favor, uno en contra y tres ausencias.
La crisis política desatada tras la matanza provocó la destitución del
ministro del Interior y la salida del Gobierno de todos los ministros
del PLRA. Pero la tensión siguió aumentando. La oposición acusa a Lugo
de haber alentado las invasiones de tierra por parte de los llamados
carperos, los campesinos ocupantes de fincas. Y, en efecto, nada más
ganar las elecciones y antes de asumir el mando, cuando aún era
presidente electo, Lugo se reunió con varios dirigentes agrarios y les prometió “soluciones genuinas” en la redistribución de la riqueza.
“Denuncio ante el pueblo que su voluntad está siendo objeto de un
ataque inmisericorde de sectores que siempre se opusieron al proceso
democrático”, declaró ayer el presidente paraguayo. “El pueblo no
olvidará que se pretende interrumpir un proceso democrático histórico a
solo nueve meses de nuevas elecciones generales, violando lo más
significativo que tiene la democracia”, añadió.
Fonte: EL PAIS (España)
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