"Para prevenir la entrada de alimentos contaminados y proteger la
salud y seguridad alimentaria del pueblo de China, y, de acuerdo con la
ley, se suspende la importación de productos de cerdo, de aves y huevos
de Alemania desde el 11 de enero", afirma la AQSIQ. Hasta ahora solo se
habían detectado concentraciones de dioxinas superiores a lo permitido
en huevos y en partes de aves por el uso de piensos tóxicos en granjas
avícolas y porcinas, pero ayer se confirmó en una pocilga cercana a Verden,
en Baja Sajonia (norte de Alemania), que la contaminación afecta
también a la carne de cerdo. Las autoridades agrarias de Baja Sajonia no
descartan que la carne de cerdo contaminada haya podido llegar a ser
comercializada, ha manifestado hoy un portavoz oficial.
El
propietario de la pocilga de Verden, en la que se van a sacrificar 140
de los 536 cerdos, ha reconocido que mató varios cochinos este mes antes
del cierre de su explotación, por lo que ahora se investiga si su carne
ha podido llegar hasta el consumidor. El anuncio de esta posibilidad se
produce menos de 24 horas después de que el secretario de Estado de
Agricultura de Baja Sajonia, Friedrich Otto Ripken, hubiese descartado
tajantemente esta posibilidad.
Los piensos contaminados con
dioxinas se extendieron por Alemania durante 2010, procedentes de una
fábrica que usó grasas industriales con altas concentraciones de
dioxinas para hacer alimentos para animales. Harles & Jetzsch,
supuesta responsable, detectó ya en marzo que contenían sustancias
peligrosas. No avisó a las autoridades. Otra firma asociada con Harles
& Jetzsch fabricaba ilegalmente las grasas. Curiosamente, la
compañía contaba con un prestigioso "sello de calidad", informa desde Berlín Juan Gómez. Los ganaderos afectados anunciaron ayer que esperan reclamar más de 100 millones de euros en indemnizaciones a Harles & Jetzsch.
Un
total de 150.000 toneladas de piensos se han visto contaminados por el
veneno y han sido distribuidas por Alemania, lo que ha obligado hasta el
momento al cierre de unas 5.000 granjas -solo 330 tienen ya vetada la salida al mercado-. Una pequeña parte fue exportada.
El
Gobierno de Angela Merkel ha anunciado que estudia aprobar en breve un
plan de acción para evitar que casos así vuelvan a ocurrir. El proyecto
incluirá la exigencia de un permiso específico para la producción de
piensos y la separación obligatoria de las grasas de uso alimentario e
industrial, y endurecerá las penas para los infractores, ha avanzado hoy
el portavoz del Ministerio de Agricultura, Holger Eichele. Un primer
borrador de este plan de acción será estudiado conjuntamente la semana
que viene por los ministerios germanos de Consumo y Agricultura de los
distintos Estados federados.
Expertos del sector alimentario
consultados por Efe han afirmado que se esperaba la decisión de China de
vetar la carne de cerdo, ave y los huevos de Alemania desde que Corea
del Sur prohibió la entrada de carne de cerdo alemana. Hasta ahora,
China es el único país que ha adoptado una medida tan tajante, ya que
Cortea del Sur y Eslovaquia han impuesto restricciones solo a algunos
productos. "Las autoridades han esperado a que el viceprimer ministro,
Li Keqiang, acabara su visita oficial a Alemania, primer socio comercial
de China en la UE, para anunciar la decisión", han señalado. De acuerdo
con los especialistas, la medida adoptada por las autoridades de Pekín
es "grave", ya que, sostienen, "si se encuentran dioxinas, Alemania
podría tener que esperar unos cuatro años antes de que pueda de nuevo
exportar estos productos". "Pero si no es así, la suspensión podría ser
solo de un año, como sucedió antes con Irlanda cuando China aplicó la
suspensión preventiva porque se habían detectado dioxinas", han
precisado. No obstante, la medida es considerada por los expertos del
sector "simbólica", pues China importaba a Alemania muy poca cantidad de
estos productos. No obstante, apuntan, "Alemania iba ahora a ampliar
las exportaciones después de haber recibido en octubre pasado el permiso
de la AQSIQ para que cuatro empresas enviaran sus productos a China y
tras las visitas de los inspectores en 2008 y 2009", según las fuentes.
La
medida no afecta a embutidos alemanes ya que ninguno europeo ha sido
autorizado todavía a entrar en China, con la excepción del jamón. Y los
únicos jamones autorizados a venderse en el país asiático procedentes de
la Unión Europea son desde diciembre de 2007 el ibérico de España y el
de Parma de Italia.
Fonte: EL PAÍS
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