O moço, como muitos outros brasileiros que foram para a Europa e voltaram, não prima pelo profissionalismo e, deslumbrado com o dinheiro absurdamente grande que lhe pagam, caiu na esbórnia.
Uma lástima, pois talento não lhe falta, como é público e notório.
Como aqui no Brasil há uma tolerância exagerada com os deslizes de "astros" do futebol, está de volta.
O Neymar é outro que, se não se cuidar, ficará mascarado e seguirá a mesma trilha dos outros craques brasileiros que foram defenestrados dos times europeus por causa da ânsia de folia noturna.
Ronaldinho, a subasta
Fuera del Milan por su mala vida, en Brasil varios clubes se pelean por un jugador de 30 años que cobra ocho millones anuales
ELEONORA GIOVIO - Madrid - 06/01/2011
"Dinho y yo hemos llegado a un acuerdo, jugará en el Milan
hasta que cuelgue las botas". Lo dijo el presidente Silvio Berlusconi el
17 julio de 2008 durante la presentación de Ronaldinho. Pep Guardiola
acababa de deshacerse de él. Había 4.000 personas esperando al Gaucho en
la ciudad deportiva rossonera y 30.000 en San Siro. Berlusconi
no acertó. Ronaldinho, de 30 años, se ha marchado antes de colgar las
botas. El 1 de enero dejó la concentración del Milan en Dubai. No se
despidió de nadie. Cogió un avión a Brasil a las 10 de la mañana para
cerrar un acuerdo con el Gremio -equipo en el que empezó en 1998-, pero
sigue sin haber fumata blanca.
"Por mí jugaría en el Gremio ganando menos; el problema es lo que pide el Milan"
Mientras en el Gremio esperan a que aparezca el presidente para hacer
el anuncio oficial, en Río de Janeiro el Flamengo está organizando una
fiesta para dar la bienvenida a Ronaldinho. El Palmeiras, por otro lado,
dice que Ronaldinho será suyo. Los tres clubes aseguran haber llegado a
un acuerdo con Roberto de Assis, hermano y representante del ex
azulgrana. "Si fuera por mí estaría jugando ya con la camiseta del
Gremio, incluso ganando menos de lo que me han ofrecido otros equipos.
El problema está en lo que pide el Milan para dejarme libre", comentó
ayer el jugador en Radio Globo. Su contrato termina en junio y cobra
ocho millones anuales.
En Brasil se rifan a Ronaldinho y desde la
Premier también ha llegado una oferta del Blackburn. En Italia,
mientras, Massimiliano Allegri, el técnico del Milan, respira aliviado
por haberse quitado un peso de encima. Igual que Guardiola hace dos años
y medio. "Marcharse a Brasil es una elección de vida", dijo ayer
Allegri. Solo le faltó añadir "con todo lo que conlleva". Igual que
hicieron antes Ancelotti y Leonardo, Allegri también intentó recuperar a
Ronaldinho aunque con menos mimos públicos. Pero, a diferencia de sus
predecesores, no ha superado el límite del aguante. Ha dicho basta,
cansado de la vida nocturna del brasileño. "Con la calidad y el talento
que tiene, le habría bastado con dos entrenamientos a la semana... pero
últimamente es que ni eso", confesó el entrenador italiano a su entorno.
De hecho, en los últimos meses le mandaba a entrenarse en un campo
contiguo para que nadie grabara su pasotismo.
Ronaldinho empezó de titular la temporada. Pero pronto volvieron a aparecer sus altibajos de siempre. En el Bernabéu, en Champions,
el pasado mes de octubre, salió del campo cabizbajo y se abrazó a José
Mourinho cuando Allegri le sustituyó. Jugó 73 minutos, pero como si no
hubiese jugado: cuatro centros al área, 11 pérdidas de balón y ninguna
recuperación. Allegri ya tenía la excusa perfecta para sentar a
Ronaldinho sin tener que dar demasiadas explicaciones. Sin embargo, y
más por compromiso con Berlusconi que por otra cosa, volvió a poner al
brasileño en el partido de vuelta contra el Madrid en San Siro. Poco
cambió. Desde ese momento, hasta el dueño del Milan se dio cuenta de que
hablar de la renovación de Ronaldinho era un sinsentido. Y el brasileño
empezó a vivir en el banquillo. A medida que se ausentaba de los
partidos, aumentaba su presencia en las discotecas milanesas. El 28 de
diciembre viajó a Dubai con el resto del equipo para la concentración de
invierno. Se entrenó media tarde, oficialmente por problemas
estomacales. En realidad, le pillaron dos veces volviendo al hotel a las
7 de la mañana.
Ronaldinho llegó al Milan con 28 años. Berlusconi
pagó por él 21 millones. Creía que había hecho el fichaje del siglo
desde el punto de vista futbolístico y comercial. Un año después le hizo
prometer ante todos sus compañeros que las juergas se habían acabado y
que sería un profesional. La promesa duró lo que siempre, un par de
meses. En Milán ya es historia; en Brasil, un retiro dorado para las ex
estrellas, se lo subastan.
Fonte: EL PAIS (España)
Ronaldinho, a subasta
Fuera del Milan por su mala vida, en Brasil varios clubes se pelean por un jugador de 30 años que cobra ocho millones anuales
ELEONORA GIOVIO - Madrid - 06/01/2011
"Dinho y yo hemos llegado a un acuerdo, jugará en el Milan
hasta que cuelgue las botas". Lo dijo el presidente Silvio Berlusconi el
17 julio de 2008 durante la presentación de Ronaldinho. Pep Guardiola
acababa de deshacerse de él. Había 4.000 personas esperando al Gaucho en
la ciudad deportiva rossonera y 30.000 en San Siro. Berlusconi
no acertó. Ronaldinho, de 30 años, se ha marchado antes de colgar las
botas. El 1 de enero dejó la concentración del Milan en Dubai. No se
despidió de nadie. Cogió un avión a Brasil a las 10 de la mañana para
cerrar un acuerdo con el Gremio -equipo en el que empezó en 1998-, pero
sigue sin haber fumata blanca.
"Por mí jugaría en el Gremio ganando menos; el problema es lo que pide el Milan"
Mientras en el Gremio esperan a que aparezca el presidente para hacer
el anuncio oficial, en Río de Janeiro el Flamengo está organizando una
fiesta para dar la bienvenida a Ronaldinho. El Palmeiras, por otro lado,
dice que Ronaldinho será suyo. Los tres clubes aseguran haber llegado a
un acuerdo con Roberto de Assis, hermano y representante del ex
azulgrana. "Si fuera por mí estaría jugando ya con la camiseta del
Gremio, incluso ganando menos de lo que me han ofrecido otros equipos.
El problema está en lo que pide el Milan para dejarme libre", comentó
ayer el jugador en Radio Globo. Su contrato termina en junio y cobra
ocho millones anuales.
En Brasil se rifan a Ronaldinho y desde la
Premier también ha llegado una oferta del Blackburn. En Italia,
mientras, Massimiliano Allegri, el técnico del Milan, respira aliviado
por haberse quitado un peso de encima. Igual que Guardiola hace dos años
y medio. "Marcharse a Brasil es una elección de vida", dijo ayer
Allegri. Solo le faltó añadir "con todo lo que conlleva". Igual que
hicieron antes Ancelotti y Leonardo, Allegri también intentó recuperar a
Ronaldinho aunque con menos mimos públicos. Pero, a diferencia de sus
predecesores, no ha superado el límite del aguante. Ha dicho basta,
cansado de la vida nocturna del brasileño. "Con la calidad y el talento
que tiene, le habría bastado con dos entrenamientos a la semana... pero
últimamente es que ni eso", confesó el entrenador italiano a su entorno.
De hecho, en los últimos meses le mandaba a entrenarse en un campo
contiguo para que nadie grabara su pasotismo.
Ronaldinho empezó de titular la temporada. Pero pronto volvieron a aparecer sus altibajos de siempre. En el Bernabéu, en Champions,
el pasado mes de octubre, salió del campo cabizbajo y se abrazó a José
Mourinho cuando Allegri le sustituyó. Jugó 73 minutos, pero como si no
hubiese jugado: cuatro centros al área, 11 pérdidas de balón y ninguna
recuperación. Allegri ya tenía la excusa perfecta para sentar a
Ronaldinho sin tener que dar demasiadas explicaciones. Sin embargo, y
más por compromiso con Berlusconi que por otra cosa, volvió a poner al
brasileño en el partido de vuelta contra el Madrid en San Siro. Poco
cambió. Desde ese momento, hasta el dueño del Milan se dio cuenta de que
hablar de la renovación de Ronaldinho era un sinsentido. Y el brasileño
empezó a vivir en el banquillo. A medida que se ausentaba de los
partidos, aumentaba su presencia en las discotecas milanesas. El 28 de
diciembre viajó a Dubai con el resto del equipo para la concentración de
invierno. Se entrenó media tarde, oficialmente por problemas
estomacales. En realidad, le pillaron dos veces volviendo al hotel a las
7 de la mañana.
Ronaldinho llegó al Milan con 28 años. Berlusconi
pagó por él 21 millones. Creía que había hecho el fichaje del siglo
desde el punto de vista futbolístico y comercial. Un año después le hizo
prometer ante todos sus compañeros que las juergas se habían acabado y
que sería un profesional. La promesa duró lo que siempre, un par de
meses. En Milán ya es historia; en Brasil, un retiro dorado para las ex
estrellas, se lo subastan.
Fonte: EL PAIS (España)
Nenhum comentário:
Postar um comentário